No puede creer que le vuelva a pasar todo esto. Cuando todo parecía que iba relativamente viento en popa (claro en la medida que la situación lo permitía), se termina.
Todo parecía concordar entre ambos, todo parecía que encajaba. Pero de un momento a otro, algo hizo click en ambos. Con algunas excusas inexplicables, otras tantas comprensibles desde cierto punto de vista, su repentino final se adelantó. Pensar en la amistad, pensar en los límites, pensar en la lejanía hizo al resultado. “Priorizar” una posible amistad por sobre todas las cosas fue lo principal. Sin embargo dentro de la claridad, había algo que no se entendía.
No concebía cual era la diferencia entre un estado y otro de la relación. No podía entender la elección del momento para plantearlo. Pero luego lo analizó y se dio cuenta de lo similar en cuanto al contexto, y la personalidad de sus actores con otra situación vivida anteriormente. Todo parecía concordar y al fin tuvo sentido toda la explicación.
Lo que si siempre supo era el deja vu que provocó en ella. Y ese era su principal problema: todo este asunto traía a colaciones viejos momentos vividos no tan placenteros. Abrió un baúl que ya lo creía sepultado, y con ello las inseguridades que contenía adentro de este. No podía creer la repetición de los hechos, ni como no lo vio venir con semejante experiencia previa. Sin embargo, volvieron los planteamientos. Si era cuestión de atracción o no. Si era tema de personalidad o diversión. Si era una persona o un simple objeto. Si tendría que cambiar ella o el resto estaba equivocado. Si debía mantenerse firme en sus pensamientos, porque alguien había ahí afuera para ella y la acepte así como es. En fin, si valía la pena o no.
Lo único que podía pensar ahora era en que tenía que seguir adelante. Que debía remarla porque tuvo momentos peores y la supo salir a flote. Y si aquella vez fue peor que esta, sólo era cuestión de respirar profundo, aguantar y vivir. Vivir sin pensar en lo que pasó y solamente mirar hacia delante era la clave secreta. No arrepentirse de nada era parte del trato para avanzar.
